Arturo D.U.

Una vez conocí a un tipo que arreglaba computadoras. No recuerdo cómo se llamaba, ni de la morfología de su ser, sólo recuerdo algo que me dijo, y que marcó mi vida y la manera en que pienso en los músicos, para siempre: “En la música, existen Elvis y Beatles” explicó, -verás, para mí, sólo existen dos tipos de músicos. Los que son Elvis, aquellos grandes solistas, esos que alzan a una banda por sí solos; y los que son Beatles, los que la comunión los hace grandes, que solos no destacan porque existe una historia detrás que no lo permitirá, que necesitan un backup, que necesitan compañía-

En ese momento me pareció una reverenda pendejada, porque me dijo que Nirvana pertenecían los “Elvis”, y qué el que levantaba todo en la banda era Kurt Cobain, por lo que yo refuté que Grohl tenía a los Foo Fighters (ésta charla fue previa a la existencia de Probot y por su puesto de Them Crooked Vultures), aún así me dijo que sin Cobain, Grohl tuvo que redefinir su estilo, convirtiéndose ahora en un “Elvis”. Me ofreció otros cuantos ejemplos, que iban desde Led Zeppelin, hasta los insípidos The Strokes.

Y pasaron unos cuantos años, y me encuentro escuchando a Dan Sartain, y algo hace click en mi mente. Dan Sartain es un “Elvis”, Dan Auerbach es un “Elvis”, The Black Keys son un “Elvis”, Jon Spencer y su pandilla incluido Heavy Trash, son un “Elvis”, pero no por que sean solistas, o porque levanten a la banda sólo ellos. Esto va más allá, tiene que ver con la herencia que “El Rey” dejó en sus mentes y en sus estilos de composición, son aquellos que han renegado siempre al cuarteto de Liverpool, esos que siguen las líneas de Presley, de Howlin’ Wolf, de Chuck Berry, esos que le pegan a la tradición del blues y que poca mella les hace la música inglesa.

Del otro lado están los que siguen el sendero de los Beatles, los que sueñan con ser como Macca, o como Lennon, esos que no les apasiona el Rockabilly, los que están más cercanos a lo Mod y al Pop Rock de UK.

Ser un Elvis o ser un Beatles no es cuestión de actitud, sino de formación. Yo por mi parte, creo que soy un Stone.

Un día, platicando con El Zángano sobre Tarkovsky, caímos en cuenta de que la neta, somos dos güeyes totalmente Hollywood, que si bien apreciamos y solemos consumir regularmente cine de autor y nos la damos ocasionalmente de muy cultos, no negamos que gran parte de nuestra progresión cinéfila no comenzó con Fassbinder o Bergman, sino con churrasos como Ghostbusters y Robocop, caso del 90% de los que nacieron a finales de los 80. Ambos coincidimos también, que nuestro primer acercamiento al cine de autor fue Tarantino -situación bastante común teniendo en cuenta nuestras edades y la popularidad y situación de rockstarismo mediático del que goza el buen Quentin-. En ambos, el gran cambio fue Pulp Fiction, película que hasta la fecha ubico como mi favorita por numerosos motivos, posiblemente más viscerales que intelectuales. Sin embargo, considerar que las películas de Tarantino son “Cine de Arte” es una afirmación peligrosa y por demás equivoca desde mi punto de vista, ya que éste director, es en realidad un amante del culto y lo Joligüdense a más no poder; curtido con Blaxpotation, -equivalente región 1 a los tan poco valorados filmes de Los Almada-, y filmes Slashers, que por dios, no tiene un gramo de artísticos. A lo que voy es lo siguiente: Tarantino, Gondry, Fincher, Aronofsky, Richard Kelly, etc. Son piezas de culto, pero de arte jamás. Esa aseveración no es gratuita, cabe ver las filmografías completas de todos esos directores, y constatar que sí, son unos genios y maestros del arquetipo visual arty y videoclipera de tendencia, pero que al mismo tiempo, son totalmente mainstream, cosa que neta, no es algo malo, simplemente es ubicarlos en el nivel correspondiente, junto al bueno joligüd.

Y justo en donde las tangentes se cruzan, están otros tantos individuos, que no tiene esa popularidad a lo Burton, pero que han sabido moverse en el medio y han contado con la aprobación de las academias fílmicas, pero aún más importante, que han sido fieles a sus principios y han trabajado para ellos mismos, esos directores que triunfan en el Sundance, pero que sus películas duran una semana en cartelera, si no es que salen directo a video. Jarmusch es uno de ellos.

“Los Límites del Control” es su última entrega, un ejemplo perfecto de la comunión artística y la función y movilidad plástica del cine comercial. Tiene las reglas básicas de Goddard, mujeres sexys y armas (aunque ambas bajo estándares no convencionales), cuenta con actores conocidos (Bill Murray, Gael García Bernal, Tilda Swinton), música experimental (Sunn O)), Boris ), la premisa básica es la repetición y capacidad morfológica de un concepto, y el argumento es acerca de un asesino frio y calculador que en el camino a su misión es interceptado por numerosos personajes que aderezan la mitología y misticismo de la película, como el mismo Jarmusch dice: hay un número limitado de historias que contar, lo interesante es cómo contarlas.

De la historia no puedo contarles más, sería inútil, ahora saben todo lo que necesitan para animarse a rentarla, bajarla, robarla o comprarla, lo que no pueden hacer, es no verla, por que películas así no se hacen seguido. Piezas de arte, de culto, joligüdenses, obras cumbre, sólo se hacen una o dos veces en la vida. En la vida.

En el # 10 reseñé el For Corners de Diego Bernal, y justamente hoy decidí checar su página de internet para ver si había lanzado algo nuevo. Sí ha lanzado cosas nuevas, pero eso no es lo que me motivó a escribir esto. El For Corners abre con una canción hermosa llamada Diego's Donut (RIP Dilla), un homenaje al extinto J Dilla, maestro y amigo de Diego, y una de las piezas elementales del nuevo Hip Hop instrumental, una bestia del sampleo y rippaso, coleccionista además del Soul y Funk más fino del mundo. Bueno, pues la cosa es que en el myspace de Bernal, entre sus amigos sigue J Dilla, quien murió en 2006 a causa de una enfermedad sanguínea. Aquél myspace continúa activo como homenaje, lo lleva gente que estimaba a Dilla y que durante mucho tiempo lo apoyó y sigue apoyando, cosa que neta me conmueve cabrón y me hace creer un poco en la humanidad, actos así reiteran la fuerza que tiene la música para hacerte permanecer, y aún más importante, seguir siendo querido. Esas pequeñas muestras de verdadero amor, esos detallitos, son lo que vale, una canción hecha y dedicada para alguien, el seguir pendiente del legado, ese tipo de acciones no tienen madre.

Aquí pueden bajar el Donut de J Dilla, escúchenlo.

Quien me conoce y ha platicado conmigo recurrentemente, sabe que una de las tantas cosas que no tolero en la vida, es el football soccer. Podría dar miles de razones por las que no me gusta, como la eterna intromisión de comerciales, la forma tan falsa en que se teorizan las jugadas, que funciona como distractor social, o que sirve como válvula para las televisoras en su eterna lucha de poder. La verdad, mis queridos amigos, es que simplemente me aburre muchísimo.

Bien sabemos que cada 4 años se “celebra” esa justa planetaria, que sirve para patriótica y pacíficamente competir y limar asperezas, mejorando de ésta forma la calidad de vida y acabar con la guerra. Mis huevos. Ese pinche megafestival de marcas, egolatría, narcisismo, y millonario negocio llamado mundial de soccer. Pues bueno, dentro de ese asqueroso evento, la FIFA, decide que un artista interpretará una melodía que represente el espíritu mundialista, y que concuerde con la situación actual y el lugar en el que se llevará a cabo el torneo. Regularmente -e incluso podría apostar la cabellera- a que siempre, se ha escogido músicos de cagada para interpretar o armar un “himno” para el mundial, recordemos a Ricky Martin con su “Copa de la vida” o a esos pendejos de Ill Divo en el mundial de Alemania con una canción más culera que amanecer sin pito.

Bueno, pues este año no es la excepción, y los de la FIFA escogieron a Shakira “tengo voz de perra chillando” para que hiciera un “himno” para Sudáfrica y me pregunto ¿Por qué chingados? Por qué teniendo Sudáfrica y África en general, una de las tradiciones musicales más antiguas de la historia, quieren meter las manos ¿Por qué es necesario que esos peleles empresarios de cagada, pongan a ésta diva de mierda, en algo de lo que no tiene puta idea? ¿Qué chingados tiene que hacer esa asquerosa tratando de copiar insulsa y ofensivamente la música Africana? La única explicación que encuentro, es que están verdaderamente jodidos de la cabeza.

Sin embargo,a los oriundos africanos no les pareció buena idea y expresaron su descontento mandando públicamente al carajo a la colombiana con todo su himno de mierda. Muchos han apelado, tanto a la calidad de composición, hasta lo ridícula que suena tratando de sonar tribal y “Africana”, lo cual me da muchísimo gusto. Y aunque me siga cagando el mundial y el soccer en general, me hace un poco menos miserable saber que hay gente en el mundo que odia a Shakira tanto como yo.

Arturo D.

Me vengo enterando que el sábado en el Df estarán dos de los pesados del electro y favoritos de Discodust: Xinobi y Moulinex, productores y meros meros de Discotexas. El lugar H2O en Niza 73, Col. Roma. No está nada caro y asegura buen raventon. Valedores: $150, morras: $100. Por cierto el flyer les quedó bien perrón.

Es el nuevo proyecto de Trent Reznor y su esposa Mariqueen Maandig. Aquí un pequeño adelanto.

01 from How To Destroy Angels on Vimeo.

Por: Arturo D.

Ya sabía que venía Deerhunter al Indie O, sin embargo nunca me he considerado fanático, así que mostrarme entusiasmado en demasía no era opción. De todos modos mandé mi respectivo correo para cubrir el evento (ósea entrar gratis) por éste modesto fanzine. La respuesta nunca llegó. Un par de días después, me enteré que acababan de añadir a The Big Pink al festival y sentí que las tripas se me volteaban por que no tenía acreditación y me cagaba por verlos.

Para mi suerte, justo un día antes del festival, Christian Michel nos dio la buena noticia de que sí había modo de irnos y que él ya había arreglado el desmadre; acto seguido, tomé mis ahorros y me alisté para irme al DF en compañía del buen Carlo y Ale la diseñadora.

Llegamos a las 11 de la mañana al Polyfórum Siqueiros, un lugar verdaderamente pasado de huevos, adornado por gigantescos murales hechos por el buen David Alfaro, y que además funciona como sala de exhibición, anfiteatro/auditorio. Ya ahí, el staff del festival nos recibió de no mames; regularmente no me gusta andar de lame-huevos, pero la banda de arts&crafts y el indie o fest, neta se lo merece. Ya en la rueda de prensa aparecieron una a una las bandas en cuestión, comenzando con Deerhunter, quienes muy amables respondieron las cuatro o cinco preguntas que los “medios especializados en música” les hicimos, ¡Ja! Hago un paréntesis. Me encanta cómo jugamos a ser escritores, y todo el mundo se la cree; otros juegan a ser fotógrafos también, y se pisotean y miden con desdén, compiten unos con otros, es una lucha de egos, la recompensa es la aceptación social, una croqueta que se lanza al aire y el reportero trata de morder. Creo que a veces soy de esos y me caga.

Después aparecieron los de The Big Pink, Millo Cordell y Robbie Furze, y ahí fue cuando se nos hicieron chiquitos (los huevos) y ya nadie quería hablarles. Debo aclarar, los dudes estos, tiene una pinta de que desayunan clavos con whisky como si fuera cereal y lo comen en un cráneo mientras usan de cuchara la pierna de un bebé. Tienen el clásico porte inglés de mega mamadores, pero la neta son buen pedo. La siguiente en aparecer fue Marnie Stern, una rubia simpaticona buena onda, que la neta yo no conocía y a la que juzgue premeditadamente por su apariencia de niña bien, grave error. Desfilaron un par de bandas más, los Bam Bam que son chidos y buena onda y Corazón Attack que la neta, sin pena ni gloria.

Larga Espera…

Eso fue lo que siguió por seis horas aproximadamente, una larga e interminable espera, patrocinada por nuestra inopia; situación monetaria que otorgaba dos opciones, comer o pasear y siendo sinceros prefiero comer a turistear en el Df. Para nuestra sorpresa algunas de las bandas andaban por ahí saliendo a la calle y rondando la avenida Insurgentes, así que aprovechamos y hablamos un poco con The Big Pink, revancha que el destino nos ofreció, dado que nuestra previa actitud provinciana había impedido explayarnos durante la rueda de prensa. Ya en corto, descubrimos que los vatos son bastante amables, bastante inteligentes y muy tranquilos, nos tomamos una foto con ellos y les demostramos los debidos respetos por tocar tan endiablademente chingón. Lo mismo con Bradford Cox de Deerhunter, que incluso hizo que tomaran la foto dos veces, por que la primera vez salió fuera de foco, un güey muy amable. Pizza y posterior siesta en la banqueta fueron los siguientes puntos del itinerario.

Comenzó…

Corazón Attack, quienes la neta hicieron su esfuerzo en un foro aún vacío, sin lograr nada. Después siguieron Los Amparito con su onda wannabe Animal Colective Jalisciense, que no sonó mal, pero creo que sí les falta camino por recorrer. Los siguientes fueron Bam Bam, quienes ya la han girado en festivales perros como el SXSW y además le abrieron sus últimos concierto en México a los Franz Ferdinand(en el que creo que no les fue muy chido). Éstos vatos traen un pedo conceptualón sci.fi, medio punketo, bastante bien armado y desmadrosón, chida la banda. Tocaron una media hora.

Siguió Marnie Stern, esa morra de look Angelópolis que había mencionado unas cuantas líneas atrás. -A continuación una descripción exacta del momento en que subió al escenario- Sale con su cara de buena, acompañada de su banda, un bajista alto y un baterista chaparrito, ambos con una pinta de gringo nerd a más no poder. Toma su lira, -y yo en espera de unas notas folkeras huevonas- y mocos, empieza a hacer un pinche tapping endiablado y el bataco suelta los ritmos math-rock-prog y la distorsión aperra el lugar, inmediato hiatus neuronal, toda la escuela del ruido se hace presente, gritos, más putazos a los parches, guitarrazos adornados por líneas fuertes de bajo. Me voló la cabeza y me sonroja por ser un pendejo prejuicioso.

Little Dragon es una banda bien rara, musicalmente me recuerdan un poco a The Whitest Boy Alive, Everything But The Girl y The Knife pero más pop. La morra que canta, Yukimi Nakago, además de ser bastante guapa, tiene una presencia escénica bastante fuerte, el pedo es que tanta miel da diabetes después de un rato, eso sí los puedes ver un rato por que el resto de la banda están bien cagados, parecen leñadores, lo cual es raro por que son de Suecia.

Y la razón por que vinimos estaba apunto de comenzar, y el aperre por parte de los pinches fotógrafos hizo que extrañara de a madres el Multiforo Modular, donde la competencia no pasa de diez locos, aquí eran unos treinta o más que neta parecía que iban a recibir herencia, empujándose y tratando de ganar lugar, los hombres sobre todo, las morras son mucho más tranquilas,y yo me preguntaba ¿para qué chingados hacen eso? Si traen unas pinches cámaras Nikon de veinticinco mil pesos, acompañadas por unos pinches objetivos del tamaño y grosor de un bebé, no mamen perros. Yo como buen pobretón que soy, no tengo un objetivo chingón, así que me las tuve que arreglar. Creo que aún así los resultados fueron favorecedores y tomé buenas pics de The Big Pink, tremenda pinche bandota, de la cual puedo decir sin dudar, se llevó la noche. Vale ¿y de qué van los Big Pink? Puro poder, simple y concreta energía, una combinación de The Units, My Bloody Valentine, The Screamers, Echo & The Bunnymen y The Jesus & Mary Chain, Pop-shoegaze-rock neobarroco, distorsión bucólica de alto decibelaje es su plato fuerte y muchos huevos, sólo ellos pueden hablar tan poéticamente de amor sin sonar putos. Cuarenta minutos, unas seis o siete rolas, una nueva, el resto del A Breif History Of Love con eso me ganaron, fue el momento más chingón definitivamente.

Momentos antes de la presentación de Deerhunte rondaban por ahí unas cuantas “celebridades” El vato de los Fancy Free, bastante metido en la música, otras como Ximena Sariñana sólo andaban en el lounge chupando, los de Hello Seahorse también se dejaron ver, es más, hasta me tomé una foto con Yatzil, la morra de Stereojunkie; me cae bien y su programa me gusta, pero sí me vi muy ordinario pidiéndole una foto.

Deerhunter, qué puedo decir de ellos. Quien los ha escuchado sabe de qué trata, saben lo loco que está Bradford Cox y lo macizo que tocan; la oda epiléptica al ruido, remembrando al buen John Cale y al Tercioleo Bajotierra, el caos arty, noise punketo, ruido ambiental, el flaco tirado en el piso, Marni Stern tratando de besar al bajista, y el infinito reverb son parte del show, un espectáculo que no se puede describir, y que no a todo el mundo les gustaría, que deja a los discos un tanto alejados, es mucho más explosivo y definitivamente más estridente e igual que The Big Pink, muy influenciado por el Shoegaze.

En conclusión, el Indie O Fest, tiene una selección por demás exquisita, tiene algo que el vive latino jamás tendrá, buen gusto.